Miedos, amores, amigos, rencores, heridas, caricias, espejos, charlas, misterios, matices, mates, cigarrillos, fresias, chocolates, cuerdas flojas, histeria, mil lágrimas, sonrisas, esperas, teléfonos, arrepentimientos, gritos, fiesta, daiquiris, suspiros, sorpresas, mails, espacio, incertidumbre, límites, angustia, placer, egoísmo, soberbia, impotencia, Benedetti, salidas, experiencias, éxitos, fracasos, Cortázar, Galeano, música, melodías, cerveza, café, castigos, libertad, soledad, reconocimientos, lunas y soles, los domingos de siempre, mentiras, sueños, finales, pesadillas, cambios, Arlt, despertadores, consejos, traiciones, carcajadas, desilusiones, esperanzas, caminos, opuestos, miradas, Cien años de soledad, costumbre, tormentas, abrazos, dolores, nacimientos, rupturas, abismos, puertas, candados, almuerzos, proyectos, viajes, silencios, mensajes, olvidos, carencias, paciencia, calma, sombras, peleas, manos, esfuerzo, todo y nada. Más y menos. Menos de lo mismo.

martes, 26 de octubre de 2010

Inventario

  Una casa (que no es mía), una tele, un dvd y libros, muchos libros. Música enlatada, cd's y un equipo de los grandes, que me regalaron cuando cumplí los 15. Una compu, una impresora, una mesa y seis sillas. Siete. Pero hay una que no es del juego. Un sommier y tres juegos de sábanas. Un acolchado de invierno y otro de verano. Cortinas. Algunos cuadros con dibujos que inmortalizan a Cortázar, García Márquez y Benedetti. Tres juegos de llaves. Fotos. Muchas fotos.
  Una carrera terminada, alguna pasión abandonada y una especialización casi por terminar. Dos trabajos. Y una colaboración semanal en un diario. Algo más de confianza que hace un tiempo y varios (muchos) años de terapia.

  Una familia. Una mamá y un papá que me adoran. Y viceversa.
Una hermana que es más que mi propia sangre. Y viceversa. Un maravilloso cuñado que la hizo madre y ambos a mi, tía. Una sobrina que no podría describir ni con todas las palabras, ni con todos los diccionarios, ni con todas las enciclopedias del mundo el inmenso amor que le tengo. Tres tíos por parte de mamá y dos más por parte de papá. Y dos primos. A los que quiero, claro, aunque no vea tan seguido.
  Amigos, de los viejos, de los eternos, pero también de los más nuevitos que, simplemente, están. Mágicamente, están. Con esa grata, inexplicable, adolescente, tormentosa, borracha, incondicional manera de estar.     
  Amores… algunos truncos, algunos se escaparon, de otros me escabullí y con el resto, simple y tristemente, nos desencontramos.
  Creo que es (casi) todo. No es poco, para tres décadas.

2 comentarios:

  1. estaba "chusmeando" blogs (cualquier excusa es buena para no tener que ponerme a estudiar) y llegue aca! me encanto el inventario...hace poco cumpli 27 y lo hice..esta bueno..sobre todo hacerlo más seguido..para darnos cuenta de que "no es poco" Felicidades y exitos!

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  2. Gracias, Sofía! Es cierto, hay que hacerlo más seguido. Sobre todo, para valorar más lo que tenemos y no añorar tanto lo que aún no. Un beso!

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