Me parece que añoro la inocencia, lo intempestivo de la inocencia. Me parece que ya no quiero saber tanto. Y prefiero olvidar más.
Miedos, amores, amigos, rencores, heridas, caricias, espejos, charlas, misterios, matices, mates, cigarrillos, fresias, chocolates, cuerdas flojas, histeria, mil lágrimas, sonrisas, esperas, teléfonos, arrepentimientos, gritos, fiesta, daiquiris, suspiros, sorpresas, mails, espacio, incertidumbre, límites, angustia, placer, egoísmo, soberbia, impotencia, Benedetti, salidas, experiencias, éxitos, fracasos, Cortázar, Galeano, música, melodías, cerveza, café, castigos, libertad, soledad, reconocimientos, lunas y soles, los domingos de siempre, mentiras, sueños, finales, pesadillas, cambios, Arlt, despertadores, consejos, traiciones, carcajadas, desilusiones, esperanzas, caminos, opuestos, miradas, Cien años de soledad, costumbre, tormentas, abrazos, dolores, nacimientos, rupturas, abismos, puertas, candados, almuerzos, proyectos, viajes, silencios, mensajes, olvidos, carencias, paciencia, calma, sombras, peleas, manos, esfuerzo, todo y nada. Más y menos. Menos de lo mismo.
lunes, 1 de noviembre de 2010
Me parece
Me parece que añoro la inocencia, lo intempestivo de la inocencia. Me parece que ya no quiero saber tanto. Y prefiero olvidar más.
martes, 26 de octubre de 2010
Inventario
Una carrera terminada, alguna pasión abandonada y una especialización casi por terminar. Dos trabajos. Y una colaboración semanal en un diario. Algo más de confianza que hace un tiempo y varios (muchos) años de terapia.
miércoles, 20 de octubre de 2010
Cinco minutos de fama
La breve pero, a su vez, literaria y académica introducción viene a cuento de que días atrás me topé con una situación que me hizo reflexionar sobre este concepto del Ser. Y de cómo las sociedades, las épocas y hasta los medios de comunicación lo van mutando.
Situación: Presentación de un libro sobre la historia de Lomas de Zamora. Lugar: Escuela primaria en San José, Temperley. Contexto general: Unos 20 niños de entre 10 y 12 años simulando que escuchan. Otros 50, despreocupados y sin ganas de simular, siquiera.
Fin de la actividad. Se sortean libros, por lo que los ganadores pasan al frente, reciben el premio e, inmediatamente, le piden al autor que se los firme. Quienes se quedaron con las manos vacías, para no ser menos, arrancan una hoja de sus cuadernos y buscan su autógrafo.
lunes, 18 de octubre de 2010
Algo más
Y allá, en el fondo -ese fondo que tantas veces imaginamos pero jamás dimensionamos- el vacío. El vacío como un grito ahogado que desgarra la garganta. La vigilia de los otros, los que aún no se rindieron.
Y una luz tenue, casi imperceptible. Que se agranda si nos acercamos, que se achica, allá, a lo lejos. Un paso más, entonces. Y que todo se transforme. Y que nada nos asuste. Y que el viento nos despeine. Y que sea sólo un sueño.