Miedos, amores, amigos, rencores, heridas, caricias, espejos, charlas, misterios, matices, mates, cigarrillos, fresias, chocolates, cuerdas flojas, histeria, mil lágrimas, sonrisas, esperas, teléfonos, arrepentimientos, gritos, fiesta, daiquiris, suspiros, sorpresas, mails, espacio, incertidumbre, límites, angustia, placer, egoísmo, soberbia, impotencia, Benedetti, salidas, experiencias, éxitos, fracasos, Cortázar, Galeano, música, melodías, cerveza, café, castigos, libertad, soledad, reconocimientos, lunas y soles, los domingos de siempre, mentiras, sueños, finales, pesadillas, cambios, Arlt, despertadores, consejos, traiciones, carcajadas, desilusiones, esperanzas, caminos, opuestos, miradas, Cien años de soledad, costumbre, tormentas, abrazos, dolores, nacimientos, rupturas, abismos, puertas, candados, almuerzos, proyectos, viajes, silencios, mensajes, olvidos, carencias, paciencia, calma, sombras, peleas, manos, esfuerzo, todo y nada. Más y menos. Menos de lo mismo.
miércoles, 24 de noviembre de 2010
Una que sepamos todos
miércoles, 17 de noviembre de 2010
Vidas prestadas
martes, 16 de noviembre de 2010
Borbotones
Que se queden ahí, que se pierdan entre muchas otras. Que me dejen en paz. Que no vuelvan. Que las que vengan ahora… sean otras.
lunes, 8 de noviembre de 2010
Vivir
Es preciso caminar más, salir al sol y que el viento nos acaricie la cara. Es preciso querer hasta que duela… porque si el amor no es eso ¿entonces qué es? Es preciso estar despierto e intentar no perderse nada, absolutamente nada. Es preciso confiar. Es preciso probar y saber en qué momento exacto dejó de ser una prueba. Es preciso ser valiente y alejarse de los cobardes.
miércoles, 3 de noviembre de 2010
Si éste no es el Pueblo...
“Vas a tener de qué escribir”, me dijo una voz asomándose por mi hombro. Y ahí caí. Porque, hasta ese momento, caminaba por inercia. No terminaba de caer, de entender. Estaba en medio de una incontable multitud de gente y era lo más parecido a los festejos por el Bicentenario. Parecía que estaba todo el Pueblo ahí (el Pueblo así, con mayúsculas), desbordando la Plaza de Mayo. La diferencia era el clima. Una mezcla de euforia y tristeza. De angustia y esperanza. Eso es lo que pude ver en cada uno de los rostros que me crucé. Y no me crucé pocos.
lunes, 1 de noviembre de 2010
Me parece
Me parece que añoro la inocencia, lo intempestivo de la inocencia. Me parece que ya no quiero saber tanto. Y prefiero olvidar más.